Es fácil, adictivo, social y ya ha conquistado a celebridades como Leonardo DiCaprio, Kim Kardashian o LeBron James. El pickleball está dejando de ser una curiosidad para convertirse en un terreno fértil para el patrocinio deportivo.
Hasta hace poco, si alguien te hablaba de pickleball, probablemente pensarías que se trataba de una moda pasajera o un deporte minoritario importado de Estados Unidos. Hoy, sin embargo, este juego que combina tenis, pádel y ping-pong empieza a sonar con fuerza también en Europa. Y no es casualidad.
Nacido en los años 60 como un entretenimiento familiar en una zona residencial de Washington, el pickleball ha vivido en los últimos años un auténtico boom. Su crecimiento ha sido tan acelerado que ya cuenta con ligas profesionales, torneos retransmitidos por televisión y hasta inversiones millonarias por parte de figuras del deporte y el espectáculo.
¿En qué consiste el pickleball?
El pickleball se juega en una pista similar a la de bádminton, con una red baja, una pala sólida (sin cuerdas) y una pelota de plástico con agujeros. Puede jugarse en formato individual o dobles y, aunque sus reglas recuerdan al tenis, su dinámica es mucho más accesible y social.
Su éxito radica en que cualquiera puede jugar: personas jóvenes, mayores, deportistas o principiantes. Es ideal para disfrutar del deporte sin una gran exigencia física, pero sin renunciar a la competición ni a la diversión.
El deporte favorito de las celebrities
En Estados Unidos, el pickleball se ha colado en los clubs más exclusivos… y en los patios traseros de las casas de los famosos. Leonardo DiCaprio, George Clooney o Kim Kardashian ya lo practican. Selena Gomez lo muestra en sus redes. Y figuras del tenis como Andre Agassi, John McEnroe o Andy Roddick han protagonizado torneos de exhibición como el Pickleball Slam, retransmitido por ESPN.
Más allá del entretenimiento, el fenómeno ha captado la atención de inversores. LeBron James, entre otros socios, ha comprado un equipo en la Major League
Pickleball, apostando por el crecimiento de esta disciplina como nuevo producto deportivo global.
Pickleball, apostando por el crecimiento de esta disciplina como nuevo producto deportivo global.
Una nueva pista para el patrocinio deportivo
La popularidad del pickleball ha despegado, pero aún no ha alcanzado su techo. Para las marcas, representa una oportunidad única: un deporte emergente, accesible y transversal, con un enorme potencial de visibilidad y conexión emocional con distintos públicos.
Su carácter social, su ritmo creciente de implantación en Europa y su fuerte presencia en redes lo convierten en un formato ideal para campañas de patrocinio, especialmente para marcas asociadas al bienestar, la movilidad activa, la innovación y la comunidad. Cada vez más clubs, colegios, centros deportivos y ayuntamientos están incorporando pistas de pickleball. La audiencia crece. El interés también. Y los primeros en posicionarse tendrán ventaja.
En Estados Unidos, el pickleball se ha colado en los clubs más exclusivos… y
en los patios traseros de las casas de los famosos. Leonardo DiCaprio, George
Clooney o Kim Kardashian ya lo practican. Selena Gomez lo muestra en sus
redes. Y figuras del tenis como Andre Agassi, John McEnroe o Andy Roddick
han protagonizado torneos de exhibición como el Pickleball Slam, retransmitido
por ESPN.
Más allá del entretenimiento, el fenómeno ha captado la atención de inversores.
LeBron James, entre otros socios, ha comprado un equipo en la Major League
Pickleball, apostando por el crecimiento de esta disciplina como nuevo
producto deportivo global.
Una nueva pista para el patrocinio deportivo
La popularidad del pickleball ha despegado, pero aún no ha alcanzado su techo.
Para las marcas, representa una oportunidad única: un deporte emergente,
accesible y transversal, con un enorme potencial de visibilidad y conexión
emocional con distintos públicos.
Su carácter social, su ritmo creciente de implantación en Europa y su fuerte
presencia en redes lo convierten en un formato ideal para campañas de
patrocinio, especialmente para marcas asociadas al bienestar, la movilidad
activa, la innovación y la comunidad.
Cada vez más clubs, colegios, centros deportivos y ayuntamientos están
incorporando pistas de pickleball. La audiencia crece. El interés también. Y los
primeros en posicionarse tendrán ventaja.
en los patios traseros de las casas de los famosos. Leonardo DiCaprio, George
Clooney o Kim Kardashian ya lo practican. Selena Gomez lo muestra en sus
redes. Y figuras del tenis como Andre Agassi, John McEnroe o Andy Roddick
han protagonizado torneos de exhibición como el Pickleball Slam, retransmitido
por ESPN.
Más allá del entretenimiento, el fenómeno ha captado la atención de inversores.
LeBron James, entre otros socios, ha comprado un equipo en la Major League
Pickleball, apostando por el crecimiento de esta disciplina como nuevo
producto deportivo global.
Una nueva pista para el patrocinio deportivo
La popularidad del pickleball ha despegado, pero aún no ha alcanzado su techo.
Para las marcas, representa una oportunidad única: un deporte emergente,
accesible y transversal, con un enorme potencial de visibilidad y conexión
emocional con distintos públicos.
Su carácter social, su ritmo creciente de implantación en Europa y su fuerte
presencia en redes lo convierten en un formato ideal para campañas de
patrocinio, especialmente para marcas asociadas al bienestar, la movilidad
activa, la innovación y la comunidad.
Cada vez más clubs, colegios, centros deportivos y ayuntamientos están
incorporando pistas de pickleball. La audiencia crece. El interés también. Y los
primeros en posicionarse tendrán ventaja.